jueves, 21 de noviembre de 2024

Aura en su Nombre.


En noches de misterio y luz divina, Sus ojos, joyas que al alma encienden, Reflejan la luna, sutil y fina, Guardianes de secretos que laten.


Su paso, sigiloso, en la sombra danza, Un velo en la oscuridad su ser abraza, Misterios ancestrales en su esencia halla, El tiempo ante su mirada se desvanece, ama.


Entre los hilos de ébano que en su cabeza anidan, Ecos antiguos, un alma que el cosmos conserva, En el alba, sus poderes con dulzura se despiertan, Y en noches sin igual, los secretos teje en la estrella.


La voz de Laura, cuentos de dioses y magia, Portales en sus labios, instantes mágicos crea, Donde el alma en sueños en viajes se sumerge, Y los enigmas del universo, entre susurros, encuentra.


No olvido sus ojos, faros en lo etéreo, En su mirada, la luna y las estrellas encienden, El mundo ante su presencia es un misterio, En cada verso, sus secretos resplandecen.


En juegos de misterio y saberes ancestrales, Nuestros sueños, hilos de un mensaje ancestral, El amor y la sanación, rutas inmortales, Que guían nuestros pasos en un viaje sin igual.


Bajo la mirada cósmica, Laura, esencia divina, Exploramos lo etéreo, tejemos un destino, Construyendo puentes en la noche, en su rima, Entre sus ojos, el enigma y el amor, en camino.


Así, en el rincón de los sueños compartidos, Descifrando los secretos que la vida esconde, Laura y yo, dos almas unidas, Un amor que ninguna distancia esconde.


No olvido sus ojos, ni la luna que nos guía, Laura, manantial de misterio y sabiduría, En el amor y la sanación, nuestra melodía, Unidos en la eternidad, nuestra poesía aún danza. 

Gastón Gimenez


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